El Atlético echa cuentas para meterse en octavos de la Champions

La derrota en Turín limitó las posibilidades del Atlético de Madrid al segundo puesto del grupo D de la Liga de Campeones, aún con la clasificación pendiente de una victoria contra el Lokomotiv Moscú en el Wanda Metropolitano, con la garantía que eso supone, pero también con el recuerdo del Qarabag.

"Mientras dependamos de nosotros, confianza máxima. Jugamos en nuestra casa y tenemos que ganar sí o sí", proclamó Koke Resurrección, el capitán, en la entrevista a pie de campo con Movistar al término del 1-0 en Italia, el segundo partido europeo perdido consecutivo -los dos fuera- que presiona al Atlético.

Lo tenía todo encarrilado a su llegada a Leverkusen, pero cayó por 2-1, y este martes, cuando visitó al Juventus, pero el triunfo alemán en Moscú más su derrota provocaron una combinación por lo menos inquietante para el conjunto rojiblanco, que es el favorito indudable para agarrar el segundo puesto, pero ya no tan rotundo.

El cálculo es fácil para el Atlético. Para no depender de nadie más que de él en su avance a los octavos de final necesita ganar al conjunto ruso en su campo. El empate o la derrota le dejarían a expensas del resultado en el Bay Arena entre un renacido Bayer Leverkusen, que sólo debatirá el pase del equipo madrileño si gana, y el Juventus, líder y que no se juega absolutamente nada de nada.

El único precedente con el Lokomotiv en el Wanda Metropolitano sonríe al equipo rojiblanco, que lo doblegó con un incontestable 3-0 en el encuentro de ida de los octavos de final de la Liga Europa 2018-19 que luego ganó en Lyon. Ha vencido dos de sus tres choques ante él, con el 0-2 de este curso. El otro, también en Moscú, fue un 3-3, pero entonces, en la Copa de la UEFA, era aún otro Atlético.

A la vez, el factor local, con la fiabilidad en la Liga de Campeones que ha demostrado en su casa en la era Simeone, es un aval indiscutible para él: ha disputado 32 choques en su casa dentro de esa competición en los últimos seis años, con 24 victorias, seis empates, sólo dos derrotas, 58 goles a favor y doce en contra entre el antiguo estadio Vicente Calderón y el nuevo Wanda Metropolitano.

No puede permitirse otra vez tal decepción el conjunto rojiblanco, con otros datos para la preocupación, como, por ejemplo, que sólo haya ganado cinco de sus últimos dieciséis encuentros oficiales, que este curso no haya sido tan concluyente en su estadio, con cinco triunfos en nueve duelos, o que haya encajado goles en cada uno de sus últimos seis partidos. Varias advertencias.