El expresidente del FC Barcelona Josep Maria Bartomeu, su mano derecha Jaume Masferrer, el director general Óscar Grau y el jefe de los servicios jurídicos Román Gómez-Ponti fueron detenidos este lunes por los Mossos d'Esquadra con relación al Barçagate.
Bartomeu y su mano derecha Jaume Masferrer pasarán la noche en el calabozo de la comisaría, mientras que Óscar Grau y Roman Gómez-Ponti han quedado en libertad. Los cuatro se han acogido a su derecho a no declarar.
Los Mossos, que en la investigación del caso vieron posibles delitos de administración desleal y corrupción entre particulares, se presentaron algo más tarde de las 10 horas de este lunes para registrar las oficinas del Barça situadas en el Camp Nou a petición de la jueza con el objetivo de hacerse con información del caso denominado popularmente como Barçagate e interrogar a diferentes trabajadores del club.
Además, el cuerpo policial decidió detener allí mismo a Óscar Grau y a Román Gómez-Ponti, que aún son trabajadores del club. De forma paralela, también detuvo a Josep Maria Bartomeu y Jaume Masferrer en sus respectivos domicilios, los cuales también registraron.
Para evitar cualquier manipulación de la información, los Mossos impidieron que cualquier persona del club pudiese trabajar presencial o telemáticamente e invitaron a abandonar las instalaciones a los trabajadores que no fueron requeridos para declarar.
Poco antes de las 14.00 horas, la policía catalana también se presentó en la sede de I3 Ventures y Nicestream en Barcelona, dos de las empresas contratadas que habrían trabajado para el club en el Barçagate, para hacer un registro. E hizo lo mismo en la sede de Telampartner, una empresa dedicada a la inversión financiera.
Esta investigación judicial, que parte de una denuncia del grupo de opinión azulgrana Dignitat Blaugrana, se encuentra aún bajo secreto de sumario, el cual ha sido alargado seis veces por el juzgado de instrucción número 13 de la Audiencia de Barcelona. La última prórroga finaliza el 10 de marzo.
El Barçagate es el caso en el que diferentes empresas contratadas por el FC Barcelona habrían llevado supuestamente a cabo en las redes sociales una campaña de desprestigio de individuos y entidades no afines a la junta directiva de Josep Maria Bartomeu.