Casillas, una vida plagada de emociones
Una vida plagada de emociones. Tras su parada milagrosa al holandés Robben en la final, Iker Casillas levantó la Copa del Mundo.
El lustro prodigioso del fútbol español le vio con Godín, agradeció efusivamente a Sergio Ramos por el tanto que forzaba la prórroga, y soltó toda la tensión al ver el triunfo asegurado.
También vivió eufórico sus cinco Ligas y dos Copas del Rey. Apenas pudo comenzar su rueda de prensa de despedida.
En Oporto ganó la Liga el año pasado. Pero esta campaña se ha complicado con el empate ante el Río Ave. Este miércoles, al menos, hizo su mejor parada al infarto.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}