Vídeo: REDACCIÓN / EFE | Foto:Telemadrid
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El brillo de Roland Garros, el torneo más importante de su carrera, deja en segundo lado la carrera que el español Rafael Nadal mantiene con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic por acabar como el tenista con más Grand Slam en sus vitrinas.

Con su decimotercera corona en París, el español asienta su hegemonía sobre la tierra batida, pero la carrera por acabar en la cima tiene otras claves.

Corre en contra del suizo y a favor del serbio. Federer cumplirá el próximo año 40 años y esta temporada se la ha pasado casi en blanco por una lesión de rodilla. Su retorno está programado para el Abierto de Australia y 2021, con los Juegos Olímpicos, podrían ser su última campaña en activo.

Nadal, que tiene 34, se ha hecho más selectivo en los últimos años. Tras varias campañas marcadas por las lesiones, el español elige sus presas. Prefirió saltarse el pasado Abierto de Estados Unidos para centrarse en Roland Garros.

Djokovic es el más fresco. Tiene 9 meses menos que el español y no desdeña torneos. En Nueva York se llevó un chasco por su descalificación, en un Grand Slam que le habría dejado a 1 de Nadal. Ahora, vuelve a estar en 2.

LA REGULARIDAD

Todos han sufrido altibajos. El suizo, tras años de una envidiable salud, sufre ahora las secuelas. El año pasado perdió la final de Wimbledon tras tener dos bolas de partido ante Djokovic y quizá dejó escapar su última oportunidad. Su último grande es el Abierto de Australia de 2018, aunque desde entonces ha jugado una final y dos semifinales.

Nadal ha ganado tres de los siete últimos grandes, ha jugado una final y una semifinal. Hay que remontarse a 2017 para ver al español caer antes de cuartos.

Desde que superó su travesía del desierto en Wimbledon 2018, Djokovic ha ganado cinco de los 9 grandes disputados y la derrota contra Nadal en Roland Garros es la única final que ha perdido. El serbio no parece cansado físicamente. Al contrario, su cuerpo no da síntomas de desgaste.

TODOTERRENO

En los últimos años, Federer ha concentrado sus fuerzas en Australia y en Wimbledon. Parece haber dado por perdido su sueño de ganar un segundo Roland Garros y en el Abierto de Estados Unidos desde su final de 2015 no ha vuelto a superar los cuartos.

La tierra batida es el comodín de Nadal y su decimotercer triunfo en Roland Garros así lo confirma. En Estados Unidos ha ganado dos de los últimos cuatro torneos, pero Australia y Wimbledon le son esquivos. En el primer caso, no lo gana desde 2009, aunque desde entonces ha sumado cuatro finales. En Londres ganó por última vez en 2010 y, al año siguiente, perdió la final, la última que ha disputado.

Desde su triunfo en París en 2016, Djokovic ha ganado en todos los terrenos, menos en París. Dos Abiertos de Australia, dos Wimbledon y un Abierto de Estados Unidos le han acercado a la carrera con sus dos rivales.

¿Y LOS DEMÁS?

El tenis no es solo cosa de 3, aunque desde la primera victoria de Federer en Wimbledon 2003, se han repartido 58 de los 69 grandes disputados. El suizo Stan Wawrinka y el británico Andy Murray, los que más veces han roto su hegemonía, no parecen en disposición de arrebatarles muchos más.

El austríaco Dominic Thiem, ganador del reciente Abierto de Estados Unidos con 27 años, parece el más inquietante, mientras que la generación del griego Stefanos Tsitsipas, el alemán Alexander Zverev o el ruso Daniil Medvedev tendrán que esperar un poco.