La temporada actual no empezó bien para Thibaut Courtois en el Real Madrid. Dos fallos frente al Brujas, en la Liga de Campeones, le condenaron a recibir la crítica madridista.
Ni tan siquiera con la Selección de Bélgica daba su mejor versión, pero de un día para otro todo cambió. Grandes actuaciones y un promedio de 0,6 goles por partido le alzaron a lo más alto.
Y como si de un deseo se tratara, la Supercopa de España disputada en Arabia Saudí ha relanzado definitivamente a Courtois y le ha colocado entre los dioses de la portería.
El portero belga regresó al mejor de sus niveles. En Arabia se sintió al fin el papel de protagonista en un título con el conjunto madridista. "Lo trajimos porque creíamos que era el mejor portero del mundo y lo ha demostrado", aseguró su presidente, Florentino Pérez.
El portero belga fue decisivo con su seguridad, sin encajar un tanto en acciones del juego en los cinco últimos partidos. Solo fue superado desde el punto de penalti. Ha demostrado su mentalidad de ganador para cambiar el rumbo tras sentir la exigencia del madridismo.