Otra noche de emociones fuertes. España se juega el pase a la final nada menos que con Italia. Los ánimos en lo más alto, rivalidad máxima aunque a esta hora todavía hay tiempo para las bromas y las porras.
Luis Enrique carga en su espalda con todo lo que pueda despistar al vestuario. Pero es eso, sus jugadores, lo que más le importa.
“Junto al psicólogo comentamos con los jugadores la importancia de llegar con la motivación justa. A estos partidos se suele ir sobreexcitado. Lo intentamos evitar como ya ocurrió en el tercer partido de grupo, octavos y cuartos. Les pido que se centren en el terreno de juego. Muchos son jóvenes pero tienen experiencia en este tipo de partidos porque juegan en equipos de mucho nivel. Les hace mucha ilusión jugarlo representando al país. Espero que estemos a la altura y podamos dar una alegría”, sentenció.
La estrategia con el análisis mental está clara, pero ¿y con el balón? “La pugna por el balón es una de las primeras cuestiones, somos líderes en registro de posesión pero ellos son una selección que hace uso y disfrute del balón. Será la primera batalla por conquistar. Ellos se pueden adaptar a jugar sin balón aunque son más fuertes con él. Nosotros lo queremos, lo necesitamos, si tenemos que jugar a otra cosa nos adaptaríamos pero preferimos tener la posesión”, analizó Luis Enrique.
Ante unas semifinales no se especula. España será España. Ni la fase de clasificación, ni los octavos ni los cuartos. Nada tiene valor. Sólo ser uno mismo. Ha llegado el momento. Tenemos una cita con la historia.