El fútbol le salvó la vida en varias ocasiones. Fara Williams es hija de una madre soltera y se crió con sus abuelos en un barrio de Londres. Siempre en la calle y siempre jugando con el balón.
Con 12 años ingresó en el Chelsea Ladies donde creció como jugadora hasta que con 17 la vida se truncó. Una discusión con su tía fue el detonante para que Fara abandonase su hogar y estuviese 3 años siendo una indigente.
Seguía entrenando, seguía jugando, pero al acabar no se iba a casa, buscaba un albergue donde pasar la noche.
Su fichaje por el Everton fue clave. Mo Marley, la entrenadora no la dejó rendirse nunca. Llegó a convertirse en una estrella, la capitana de Inglaterra y la jugadora inglesa con más internacionalidades.
Se retiró el año pasado y desde entonces colabora con una fundación que cuida de las personas sin hogar que quieran jugar al futbol. Nadie comprende esa situación mejor que ella.