Una malla en el balcón salvó la vida del futbolista colombiano Freddy Guarin: "Estaba en un piso 17 y decidí tirarme. En cualquier borrachera iba a morir, y no me importaba nada para hacerme daño".
El jugador colombiano llegó incluso a sonar para el Real Madrid, pero un círculo vicioso de adicciones e infelicidad lo cambiaron todo. "Me iba a las favelas a ver armas, movimiento... me abandoné", confiesa.
Freddy estuvo en algunos de los mejores equipos de Europa, Oporto, Inter de Milán, pero tras la bebida su carrera, y su vida se truncaron. Después de su periplo por China y Brasil, volvió a Colombia de esta manera, detenido por la Policía en su casa.
Su vida era un caos, Y tuvo que pedir ayuda. Ahora, ya rehabilitado, quiere ayudar a quienes puedan verse en una situación similar ofreciendo charlas de apoyo. Una historia espeluznante, pero con un final esperanzador.