Gloria Osuna entrena y arbitra pese a su avanzado embarazo

Gloria Osuna lleva toda la vida dedicándose a su pasión sobre una cancha de voleibol. Todo su día y su vida laboral giran en torno a este deporte. De lunes a viernes ejerce como monitora de deportes en un colegio que compagina con clases como entrenadora en el club Nueva Castilla.

Los fines de semana se sube a su silla elevada para arbitrar partidos de voleibol. Todo esto sería normal para una persona con esa pasión, pero si además sumamos su actual estado de gestación, el mérito de Gloria se multiplica.

Embarazada de casi seis meses, se resiste a abandonar una actividad que se ha convertido en el centro de su vida. Reconoce que las niñas a las que entrena desde hace años, tienen ahora más cuidado con ella y la protegen de cualquier percance o balonazo durante esos entrenamientos.

Y que, cuando está arbitrando, los espectadores y los dos equipos se sorprenden al ver su estado de gestación. Sin embargo, asegura que nunca ha recibido ningún balonazo en sus nueve años arbitrando pero que ahora va a las canchas con más cuidado.

Seguirá de primer árbitro o de árbitro de pista hasta que el cuerpo aguante e incluso se plantea sentarse en la mesa de anotación si siente algún problema físico. De momento su ilusión y su actividad siguen intactas y seguirán hasta que su estado dé señales de alarma.

Su idea es alargar esa pasión por el voleibol, al menos un mes más. O lo que es lo mismo, hasta que el cuerpo aguante.