Iñigo Pérez, entrenador del Rayo Vallecano, dijo estar "orgulloso del trabajo" de su equipo frente al Granada y confesó que la victoria, con diez jugadores durante 85 minutos, es de "mucho mérito".
El Rayo, pese a la victoria frente al Granada, no está matemáticamente salvado porque el Cádiz ganó al Sevilla. Ahora, con seis puntos de diferencia sobre el Cádiz, tiene la permanencia encarrilada ya que debería perder los dos partidos que restan y el conjunto gaditano tendría que ganar los dos suyos remontando nueve tantos de diferencia que los separan en la diferencia particular de goles.
"La sensación de estar contenido, como todos. Teníamos ganas de poder celebrar matemáticamente la permanencia pero tenemos que esperar y continuar hasta que las matemáticas digan", dijo Iñigo Pérez, en conferencia de prensa.
El Rayo jugó con uno menos prácticamente todo el partido tras la expulsión del argentino Oscar Trejo a los cuatro minutos.
"Cuando te expulsan un jugador en el minuto cinco se pone cuesta arriba todo pero se nos ha dado de cara el resto. Tras el gol nos hemos sabido contener, quizá hemos provocado que sus ataques no sean brillantes y estoy feliz por los jugadores, añadido a la situación clasificatoria", confesó.
"Es cierto que cuando se ha ido Trejo se ha ido fútbol y energía y es difícil de asimilar. Apenas he hablado con él tras su expulsión. Con el semblante de su cara sabía que estaba afectado porque siente estos colores. Le va a costar pese a la victoria porque cuando uno se siente responsable le duele", apuntó.
Debido a esa adversidad, la victoria para el técnico navarro es de "mucho mérito" aunque con un partido en tres días "no hay tiempo para festejos".
"La parte negativa de esto es que no podemos celebrar la permanencia y la positiva es que jugando con diez desde el minuto cinco todo esto tiene mucho mérito. Soy crudo y realista cuando el equipo no juega bien y lo traslado a los jugadores pero también cuando estoy orgulloso del trabajo", concluyó.