Jochi, campeón de powerlifting tras sufrir un disparo en la espalda
José Manuel Abud, Jochi, era mecánico de frenos de coches de competición en la República Dominicana. Con pareja y un hijo pequeño, llevaba una vida normal y alejada del deporte.
"Nunca hice deporte", señala. Hasta que hace diez años sufrió un asalto en la puerta de su casa. "Tenía la cabeza metida en el maletero, vinieron y me cogieron por la cabeza y sin mediar palabra, me pegaron un tiro que me rompió una vértebra, me afectó un riñón y parte de los intestinos", comenta Jochi.
Pasó más de seis meses hospitalizado, después continuó con la recuperación en casa. No podía andar, pero mantenía la esperanza de volver a hacerlo.
Jochi decidió continuar su rehabilitación en España. "Me vine en el 20912, estuve ocho meses en el Hospital de Paraplégicos de Toledo, allí los médicos me dijeron que no iba a mejorar más".
Fue entonces cuando decidió practicar deporte: "Comencé con el baloncesto adaptado, se me daba bien, pero me di cuenta que no era para mi después de ver a chicos más jóvenes cómo jugaban".
Tras su decepción con el baloncesto, conoció el powerlifting o halterofilia adaptada. Aunque sus dos primeras competiciones fueron poco exitosas, le encantó la experiencia.
En 2016 ganó medalla de bronce en el Campeonato del Mundo, desde entonces no ha parado de progresas. Ahora su objetivo son los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
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