Su nombre es Jorge Jiménez, jugador paraguayo del Chapecoense. Lanzó una patada voladora a un aficionado rival tras perder una final. Pero aún fue más allá, porque estuvo a punto de agredir a un niño y la acabó tomando con la camilla.
“Estoy muy arrepentido, después de un partido de mucha injustica perdí el control”, reconoció poco después Jorge Jiménez. Un escándalo bochornoso…que podría terminar con su club rescindiendo su contrato.
Y escándalo en Gijón
Y un poco más cerca, así calificó Rubén Albés, técnico del Sporting, la actuación arbitral de Muresan, Que hizo un uso constante del VAR para rectificar sus decisiones: “Ha sido una película de terror lo que hemos vivido hoy”
Una, dos y hasta dos veces más en una misma jugada. Primero para señalar penalti, para después volver a revisar la expulsión del portero. Para rematar, suspendió el partido activando el protocolo por lanzamiento de objetos.
Decisión muy criticada quedando apenas segundos de partido: “No comparto ninguna de las decisiones que se han tomado”. Un arbitraje propio de una auténtica película de terror.
