A sus 16 años, se entrena todos los días en su deporte favorito. Leo se ha proclamado varias veces campeón del mundo con la selección rumana.
Pero luce la bandera de Serranillos del Valle, el pueblo en el que vive junto a su familia, en todas las competiciones.
Toda una declaración de intenciones de un luchador sin techo. Hasta que los sueños se hagan realidad.