La Liga quiere erradicar hasta el último de los insultos en los estadios
Redacción
Pitos, insultos y gestos. Son muchas las faltas de respeto en las gradas de los estadios españoles. El último caso lo vivió el defensa del Real Madrid Sergio Ramos en El Sadar cuando varios seguidores del Osasuna cantaron Sergio Ramos, muérete, hijo de p*** e incluso le lanzaron objetos cuando marcó el 1-2.
Insultos racistas a Iñaki Willians, delantero del Athletic de Bilbao ante el Espanyol o las visitas siempre incómodas de Gerard Piqué al estadio de Cornellá.
Desde la Liga de Fútbol Profesional se denuncian estas actitudes: "Estamos preocupados y ocupados en que hay que buscar soluciones", señala Javier Tebas, secretario general de la LFP.
Solo el Rayo Vallecano ha visto como le cerraban el campo por los gritos contra Zozulya. Actitudes que llevan años y que también se produce en el fútbol femenino, y no solo desde la grada. Así, el Crevillente Femenino CF ha denunciado públicamente insultos y menosprecios del árbitro a las jugadoras durante el encuentro que disputó este pasado fin de semana ante el SPA Alicante C.
En una nota a través de las redes sociales, la entidad afirma que el colegiado llamó a sus jugadoras “nenazas” y que las menospreció con frases como “que se termine ya esta mierda de partido”, “dais vergüenza” o “las mujeres no tendríais que jugar a esto”. El encuentro, enmarcado en la Primera Regional Valenciana, fue suspendido a 20 minutos del final con el resultado de 0-1.