El Metropolitano escenifica la gran final inglesa en la Liga de Campeones
Agencias
Más de tres siglos después de la Batalla de Worcester, los ingleses se enfrentan en otra lucha fratricida.
Esta vez el combate será entre Tottenham Hotspur y el Liverpool, protagonistas de la final de la Liga de Campeones en el estadio Wanda Metropolitano y el premio heredar el trono que ha regentado las tres pasadas ediciones el Real Madrid.
Pocos hubieran apostado porque el Liverpool repitiese la hazaña de alcanzar la final. Lo del alemán Jürgen Klopp es un milagro cuya explicación es plausible que esté fuera de este mundo.
Pero es que lo del argentino Mauricio Pochettino no es para menos. No gastó en el mercado veraniego ni en el invernal, convirtiéndose en el primer equipo de la rimbonbante Premier League en hacerlo, y cuando nadie le esperaba, obró el más difícil todavía.
Al Liverpool, la experiencia le tiñe canas. Posee cinco Copas de Europa y viene de un subcampeonato digno de cualquier tragedia griega el año pasado -cayó ante el Real Madrid en Kiev-. Klopp ya ha perdido dos finales. Otra derrota más no encontraría sentido ni a millones de años luz.
Los Spurs saben que de ganar harían una leyenda impensable hace meses. Algún avispado sacará, si ganan, un boleto de apuestas clamando que él lo predijo. La realidad es que nadie lo esperaba. Mérito doble.
La reaparición de Harry Kane se antoja como un factor determinante para la final. Fernando Llorente cumplió a la perfección en el camino hacia el Metropolitano, pero el 9 inglés es un jugador diferencial.
Alineaciones probables
Tottenham Hotspur: Lloris; Trippier, Alderweireld, Vertonghen, Rose; Sissoko, Eriksen, Dier; Alli, Son y Kane
Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold, Van Dijk, Matip, Robertson; Henderson, Wijnaldum, Fabinho; Mané, Firmino y Salah