El madrileño Martín Landaluce es el mejor tenista del mundo de 16 años. Se define como "jugador agresivo que no se achica en los momentos difíciles".
Un jugador que juega al ataque, especula muy poco y eso le permitió ser el mejor infantil de Europa con 14 años y dar el salto al circuito júnior con solo 15 años. En esta categoría ya ha alcanzado tres finales y ha logrado un título.