La magia de Modric, Isco y Kroos llevan al Real Madrid a la final de la Supercopa
El Real Madrid accedió a la final de la Supercopa de España con una imagen repleta de autoridad ante el Valencia.
Fue en un partido para el que Zinedine Zidane dio un nuevo giro táctico apostando por cinco centrocampistas, que se comenzó a decidir por un invento de Toni Kroos, con un Isco estelar y goles que no llegan desde la delantera.
Un nuevo giro táctico de Zidane
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Las bajas condicionaron el once del técnico madridista. Sin su tridente ideal (Hazard, Bale y Benzema), se esperaba que reforzase el centro del campo pero no que alineara a todos los medios de los que dispone en su plantilla.
Zizou metió cinco centrocampistas y creó una nueva identidad de su Real Madrid. Monopolizó la posesión, anuló al Valencia desde una superioridad en la zona de creación, metió en una cárcel táctica a su cerebro, Dani Parejo, lo presionó arriba y consiguió anularlo.
Demostró que un equipo acostumbrado al vértigo y la verticalidad tiene calidad más que sobrada para jugar al toque, anestesiar el encuentro cuando lo deseaba y meterle profundidad para dañar a un rival que nunca encontró soluciones. El mérito de Zidane es tener a todos enchufados.
El invento de Kroos
Un gol olímpico siempre une el mérito del lanzador con un despiste del portero. Porque el balón entra por su palo, que debería tener cubierto. Jaume Doménech se despistó y cuando reaccionó ya era tarde. Todos sus compañeros, menos Parejo que advertía a gritos, miraban a cualquier lugar menos al balón.
Varane había avisado con un testarazo y el poder aéreo de Sergio Ramos siempre reclama atención. Kroos vio la situación y sin carrerilla lanzó un golpeo perfecto que sorprendió a todos, hasta al realizador del partido.
En España, ni en ningún lugar del mundo al que llegó la retransmisión televisiva, se vio en directo el primer gol del partido. La picardía del centrocampista alemán desequilibró y con viento a favor el Real Madrid no tuvo freno.
Isco estelar
Posiblemente solo un entrenador en el mundo habría tomado la decisión de Zidane cuando regresó al Real Madrid y se encontró con un jugador en las antípodas de su nivel e imagen. Isco es especial.
Pasó de sentirse imprescindible con Julen Lopetegui a ser tratado como pensaba no merecía por su estatus con Santi Solari. Su pulso con el argentino marcó su peor temporada en el conjunto madridista. No levantó cabeza. Mal físicamente y sin confianza.
Muchos lo veían fuera del conjunto madridista pero Zizou siempre defendió su continuidad. Tiene especial debilidad por un futbolista que llevado como él sabe gestionar estrellas, puede ser decisivo. Y ha recuperado su magia, la verdadera identidad de un futbolista que vuelve a disfrutar de su profesión.
Ante el Valencia fue feliz con libertad de movimientos, en su posición preferida como media punta, a espaldas del delantero y reforzando el centro del campo. Con una filosofía del toque donde sobresale. Le añadió el gol que faltaba tras tirar de liderazgo ante las ausencias.
Sin goles de delanteros
Desde el 15 de diciembre el Real Madrid no disfruta de un gol marcado por alguno de sus delanteros. El último lo firmó Karim Benzema sobre la hora en Mestalla, para rescatar un punto. Desde entonces cinco partidos de apagón. La entrada de Luka Jovic no lo mejoró.
Hasta Zidane recuperó a Mariano Díaz, más fuera que dentro del club, dándole unos minutos frente al Valencia. La firmeza de su equipo la están permitiendo goles de segunda línea. En la Supercopa de los centrocampistas y en el Coliseum Alfonso Pérez de la defensa con Raphael Varane.
Seis goles en cuatro partidos, ninguno firmado por un delantero. Un factor que impulsó el giro táctico de Zizou que debe encontrar soluciones para la gran final. Benzema tiene muy complicado llegar y Gareth Bale es una duda por despejar.
Firmeza defensiva pese al fin de la racha de Courtois
El tanto de la honra del Valencia dolió especialmente a Thibaut Courtois. Era intrascendente. Por un penalti más que discutible por mano de Sergio Ramos en un salto dentro del área. Cortaba su racha sin encajar que ya se disparaba a cuatro partidos.
Fue anécdota al lado de la firmeza defensiva del equipo de Zidane. Presión alta, líneas juntas, intensidad. Con Ramos y Varane como pareja nunca ha perdido en la presente campaña.
En Ferland Mendy ha encontrado competencia y un relevo de garantía para Marcelo. Dani Carvajal sigue firme e indiscutible. La zaga menos goleada de LaLiga Santander, se mantuvo intratable en la Supercopa de España.
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