No hay honor sin dolor, el espíritu de superación de los deportistas
Es una máxima del deportista de élite. Rafa Nadal no es el único deportista afronta su carrera dejando atrás sus miedos.Niki Lauda se quemó literalmente en 1976, y seis semanas después reapareció para seguir ganando. El austriaco sumó otros dos mundiales a su palmarés en un claro ejemplo de superación. Y como no podía subirse a la moto, siguió compitiendo pilotando un coche y haciendo lo que más le gusta.
Eso es lo que intenta hacer Marc Márquez desde que sufriera una gravísima caída en 2020. Por eso Márquez se ha sometido a la cuarta operación en su brazo izquierdo para seguir disfrutando de su vida de perros y de su pasión encima de una moto.
El cavernoma de Contador
Un jovencísimo Alberto Contador disfrutaba de la primera etapa de la Vuelta a Asturias cuando sufrió un desmayo y tras operarse de un cavernoma, alejado en el lóbulo central de su cerebro ganó nada menos que las tres grandes vueltas Para superación la de Bettany Hamilton. Con trece años, tras el ataque un tiburón perdió el brazo izquierdo pero siguió compitiendo para ganar muchos campeonatos de surf en Estados Unidos. Ángel Correa tenía diecinueve años y un futuro por delante. Pero antes, tuvo que afrontar una larguísima recuperación de corazón. Arrancar de cero para seguir estando en la élite.
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