Rudy Fernández disputó en Madrid su último partido como profesional en suelo español, un amistoso internacional ante Puerto Rico que terminó con triunfo por 107-84 y tras el cual recibió el homenaje del público del WiZink Center, el mismo que ya le había reconocido su trayectoria en el último partido en casa con su club, el Real Madrid.
En aquella ocasión, el pasado 10 de junio durante el segundo choque de la final de la Liga ACB contra el UCAM Murcia, la ovación se extendió por espacio de veinte minutos. Esta vez el tiempo fue menor, en torno a los dos minutos, pero igual el cariño que se llevó consigo el balear.
El adiós comenzó a fraguarse a falta de 51 segundos, cuando Rudy anotó los tres últimos puntos de los nueve que acumuló en el duelo y fue cambiado por Sergio Scariolo. El público puesto en pie y sus compañeros comenzaron una tanda de aplausos de más de minuto y medio que el jugador devolvió emocionado mientras los asistentes coreaban 'Rudy, Rudy'.
No terminó ahí la despedida ya que, a la conclusión, fue manteado por el resto del equipo y se quedó solo en la pista mientras en el videomarcador se mostraba un vídeo de sus mejores momentos en los 263 partidos como internacional, extendidos en un periodo de veinte años.
A continuación, mientras sonaba por megafonía la banda sonora de la película 'Carros de fuego'; le acompañaron sobre el parqué su mujer, sus hijos, otros miembros de su familia y la presidenta de la Federación Español de Baloncesto (FEB), Elisa Aguilar, quien le hizo entrega de una camiseta que hacía referencia a sus veinte años con el equipo.
Para poner el broche Rudy, que disputará en París sus sextos Juegos Olímpicos, agarró el micrófono para pronunciar unas palabras.
"Para mi ha sido un orgullo vestir esta camiseta tantas veces. Sobre todo me quedo con los compañeros que he tenido todos estos años, que me han ayudado a ser el jugador que he sido".
"También con vosotros, por todo el apoyo que nos habéis dado durante todos estos años. Ahora me toca como aficionado apoyarles, lo voy a hacer. Pero antes tenemos un reto, que es una olimpiada. Y hay que disfrutarla".