Vídeo: Efe | Foto:Telemadrid
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Stéphane Peterhansel (Mini) se adjudicó la undécima y penúltima etapa del Dakar, seguido de Nasser Al Attiyah (Toyota) y de Carlos Sainz (Mini), líder de la carrera, que acabó con el día con suficiente ventaja para poder ganar el rally en la última etapa.

Sainz, ganador del Dakar en 2010 y 2018, afrontará la última etapa, de 374 kilómetros, con 10 minutos sobre Al Attiyah, que consiguió conservar la segunda plaza de la clasificación general por solo seis segundos frente a Peterhansel.

Carlos Sainz vio reducida la ventaja de más de 18 minutos sobre sus dos rivales directos con la que comenzaba esta jornada al ser el primer coche en partir a una etapa complicada, de 379 kilómetros cronometrados, donde los primeros 77 eran de puras dunas, por lo que le tocó abrir pista y de eso se aprovecharon los que venían detrás.

Al Attiyah mantuvo la segunda posición de la general gracias a una gran segunda mitad de etapa donde fue recortando la desventaja que tenía respecto a Peterhansel hasta reducirla a solo diez segundos.

El piloto catarí continúa así sin poder ganar una etapa en este Rally Dakar que se disputa íntegramente en Arabia Saudí pero ha sido el más regular de los pilotos del equipo oficial de Toyota al quedar cinco días entre los tres primeros, de ellos cuatro veces en la segunda posición.

Fernando Alonso

La etapa también dejó una gran remontada de Fernando Alonso (Toyota), que fue uno de los últimos vehículos en salir después del vuelco que sufrió el martes en la décima etapa y que le obligó a ser de los últimos en llegar a meta tras detenerse alrededor de una hora a hacer algunas reparaciones.

Aunque las condiciones para ir rápido eran complicadas, con un primer tramo de 77 kilómetros seguidos de dunas, el asturiano pudo adelantar a los pilotos más lentos que tenía delante y rodar así a buen ritmo como para estar entre los tres primeros.

Esta era la segunda parte de la etapa maratón, donde la caravana tuvo que regresar hacia Haradh sin haber podido disponer de mecánicos durante su estancia en Shubaytah, pues solo las tripulaciones podían solucionar cualquier avería de los vehículos.