Así es el Sheriff, rival del Real Madrid
El equipo moldavo del Sheriff Tiráspol llega al estadio Santiago Bernabéu con la piel de cordero, pero con la moral por las nubes después de comenzar su primera andadura en la Champions con victoria (2-0) ante el Shakhtar, que derrotó al Real Madrid dos veces la pasada temporada en la fase de grupos.
El Sheriff ha ganado la liga moldava en 19 ocasiones desde su fundación en 1997. Sheriff. Ese es nombre del consorcio que controla el 60% de la economía nacional. La mitad de los ingresos del presupuesto estatal provienen de los impuestos que paga ese conglomerado.
Su monopolio no tiene parangón. Es propietaria de fábricas, gasolineras, reservas de petróleo, compañías de telefonía, bancos, casinos, supermercados, concesionarios, instalaciones deportivas y quioscos. No hay esquina en Tiráspol en la que no se vea la estrella amarilla de cinco puntas.
El nombre y símbolo proviene de sus fundadores, Iliá Kazmali y Víctor Gushan, dos antiguos oficiales de policía que decidieron aprovechar el vacío legal postsoviético para hacer una fortuna en el negocio del contrabando de petróleo, cigarrillos, alcohol y otros productos. Uno de cada cinco habitantes de la república trabajan para Sheriff.
El club de fútbol, cuyo símbolo es también una estrella amarilla con un balón en el centro, es la tarjeta de visita de Sheriff y de Transnistria.
Con grandes inversiones para los estándares de la región, Gushan, dueño del club, ha logrado crear una multinacional con futbolistas de catorce países. Hay europeos, africanos y latinoamericanos. Muchos de ellos son agentes libres, arrendados o cedidos. Por ese motivo, Gushan gasta poco en fichajes y mucho en sueldos. Tiene un saldo positivo en fichajes y venta de futbolistas.
El resultado no se ha hecho esperar. Después de varios intentos, finalmente el Sheriff se clasificó para la fase de grupos de la Champions dejando en la cuneta a equipos con larga tradición como el Dinamo Zagreb o el Estrella Roja. Y en el primer partido batió al Shakhtar Donetsk (2-0), cuyo dueño es otro oligarca, Rinat Ajmétov.
"Tiene las mejores instalaciones de entrenamiento de Europa después de las del Ajax", comenta Alexandru Fosa, vicepresidente de la Asociación de Periodistas Deportivos. Entre otros, Alexandr Yerojin, que juega en el Zenit y en la selección rusa, se formó en el club.
El éxito del sheriff del fútbol nacional causa resquemor en Moldavia. Los sueldos de los legionarios del Sheriff son hasta cinco veces más altos que en los otros clubes de la liga. Pero los jugadores moldavos del equipo visten la camiseta nacional y la selección ha jugado partidos en Tiráspol.
A los aficionados moldavos les molesta tener que cruzar una frontera en su propio país para ir al fútbol al Sheriff Stadion. Eso sí, cuando el Real Madrid aterrice en Chisinau y se desplace en autobús a Tiráspol, numerosos hinchas moldavos cruzarán esa artificial línea de separación que divide su país y pagarán gustosamente la entrada.
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