El partido entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla de la liga colombiana fue suspendido debido a violentas peleas entre los aficionados de ambos equipos, que transformaron las gradas en un campo de batalla.
La pelea dejó un saldo lamentable de más de 20 aficionados heridos, junto con un agente de la policía. Muchos de los heridos sufrieron lesiones graves ocasionadas por armas blancas, lo que demuestra la magnitud de la violencia desatada en el estadio.
La situación se volvió tan grave que el árbitro del partido no tuvo más opción que suspender el encuentro a los 60 minutos, con la seguridad de los jugadores y del resto de los aficionados en riesgo.
