Virginia e Irene, de las agujas al cuadrilátero
Conocemos a una madre, Virginia, y a su hija, Irene, que por las mañanas hacen ganchillo y venden jerséis, y por las tardes se suben al ring para ponerse los guantes de boxeo.
Irene Ortega, boxeadora amateur, comenzó en este deporte por indicación de su madre y aspira a ser profesional. Entrena en muchas ocasiones con su madre y no tiene miramientos.
"Al principio era un poco raro porque es mi madre y le tengo mucho respeto", señala Irene. "Me pega en condiciones, me ha dejado más de una vez sin respiración", responde Virginia.
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