El Atlético de Madrid cosechó su sexto empate esta temporada en Liga en la visita al Deportivo Alavés(1-1) después de perdonar al cuadro babazorro en cinco minutos brillantes -los únicos de todo el partido- y sufrir un auténtico golazo de Lucas Pérez.
En once jornadas, seis empates. Esas son las cifras de un Atleti que volvió a ser un equipo plano y lineal, pero también muy efectivo. Este martes, desperdició un buen tramo en la segunda parte y dejó vivo al cuadro vitoriano, que se agarró a su gran referencia en ataque: Lucas Pérez, que totaliza cinco jornadas consecutivas marcando.
Otro empate, tan común fuera de casa la pasada Liga y la actual como el triunfo, acentúa el declive visitante del Atlético de Madrid, que ha perdido la fiabilidad lejos de su estadio, con sólo un 37% de triunfos en los últimos 24 duelos, por el 51 que promedia en el global de la era Simeone.
Es uno de los contrastes más evidentes, indiscutible a través de los números, entre la presente versión del equipo y las precedentes con el técnico argentino al frente, repetitiva ya en los últimos tiempos a lo largo de los dos últimos ejercicios de LaLiga, contando el actual; más cercana a la tendencia que a un momento sólo puntual.
"Van pasando las fechas y cada vez tengo más claras las cosas", decía Diego Simeone al término del choque en Mendizorroza, en el que dejó como suplente a Álvaro Morata, goleador en los dos encuentros anteriores -tres con el tanto que anotó en Vitoria-, y en el que ni siquiera tomar ventaja en el marcador le bastó para ganar el duelo.
Mientras, aguardan otros dos partidos seguidos como visitante, el más inminente el sábado en Sevilla. El siguiente, en una semana en Alemania, contra el Bayer Leverkusen, en la cuarta cita de la Liga de Campeones, donde sí ha encontrado un camino más solvente.