Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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La selección española de baloncesto ha vuelto a tocar la gloria al conquistar el segundo Mundial de su historia en el Wukesong Sport Arena de Beijing, donde ha completado una faena perfecta a todos los niveles para despachar a Argentina (75-95) y subir de nuevo al olimpo del baloncesto 13 años después de hacerlo por primera vez en Japón.

Igual que ocurrió en la final de Saitama 2006, en aquella ocasión contra Grecia (70-47), España se exhibió en la batalla final por el oro con una actuación fantástica liderada por Ricky Rubio (20 puntos), flamante MVP del Mundial, y Marc Gasol (14 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias), incluidos ambos en el quinteto ideal del torneo.

Fue el cierre soñado a un camino que se inició hace casi dos años, con el estreno de las inciertas ventanas FIBA. Doce jugadores abrazan la gloria en China, pero muchos más tiraron de la selección cuando más oscuro pintaba el futuro. Sergio Scariolo lo reconoció sacando a pista en los últimos minutos a Quino Colom, Javi Beirán y Xavi Rabaseda, los únicos que han vivido todo este largo proceso con final feliz.

Si el seleccionador pudo permitirse ese homenaje fue porque sus pupilos completaron un partido espectacular para tumbar a un bravo rival que nunca se rindió, pero que tuvo que acabar admitiendo su inferioridad. 13 años después de aquella recordada semifinal en Japón, con el triple fallado por Andrés Nocioni, España volvía a cerrar el sendero de la gloria a la selección sudamericana.

De aquel día repiten el capitán Rudy Fernández y Marc Gasol, supervivientes de la mejor generación en la historia del baloncesto español.

En el caso del pívot, completa un año inolvidable en el que también ganó el anillo de la NBA con los Raptors. Tan solo Lamar Odom había sido capaz de hacerlo en toda la historia del baloncesto.