La oferta por Pogba depende de las ventas de James y Bale

18.292. No, no se trata del número de la lotería, aunque su premio es sin duda más valioso para el Real Madrid. 18.292 es la distancia que separa Montreal (Canadá) de Pherp (Australia). Son los kilómetros que hay entre el Real Madrid y Paul Pogba.

El centrocampista francés tiene claro que quiere jugar de blanco. Su exhibición en un amistoso en Australia con el Manchester United es la prueba. Hacer ver al Real Madrid que tiene que hacerse con sus servicios.

Aunque su representante, Mino Raiola, no afirma: "Yo no escribo la vida de las personas", tampoco desmiente "yo mi vida la vivo día a día" porque en el fútbol "hoy estoy aquí, mañana no lo sé".

La decisión de esta ecuación es el dinero. Cuentas que al Real Madrid le van cuadrando, sobre todo con dos nombres en el escaparate de las ventas, James Rodríguez y Gareth Bale.

Por el colombiano, el club blanco espera recibir unos 50 o 60 millones de euros y a estas alturas al Real Madrid no le importa el destino. Bien sea el Atlético de Madrid, el Nápoles o incluso el Juventus de Turín.

La situación con Gareth Bale ha cambiado. Los blancos aceptan malvenderlo por unos 60 millones de euros. Para el Real Madrid, el jugador está amortizado tras seis temporadas.

Además, se ahorran un importante montante, los más de 50 millones de euros por los tres años que aún le restan de contrato.

Una recaudación que iría entre los 100 y 120 millones de euros directa para la operación Pogba. Jugador al que el Real Madrid pretende comprar por una cantidad cercana a los 150 millones de euros.

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