La temporada pasada vivimos la progresión del fútbol femenino, pero en la actual campaña esa progresión se ha visto frenada en seco.
Hemos pasado de estadios con más de 60.000 espectadores, como sucedió en el Wanda Metropolitano cuando se enfrentaron Atlético de Madrid y FC Barcelona, a campos semivacíos.
Las causas de este frenazo son varias, pero destaca sobre todo la falta de viabilidad por la guerra de televisión. La mayoría de los clubes llegaron a un acuerdo con Mediapro para retransmitir los partidos durante los próximos tres años por nueve millones de euros.
La Real Federación Española de Fútbol, por su parte, ha llegado a un acuerdo con varios clubes importantes, entre ellos el Real Madrid CF, mientras otros se gestionan ellos mismos los derechos, caso del Athletic de Bilbao y el CD Tacón. Una división que impide la retransmisión de muchos partidos.
Otro problema es que aún no se ha firmado el convenio colectivo por la falta de acuerdo entre los clubes y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).