Con todos ustedes LaLiga. Todos querían levantar el preciado trofeo. De mano en mano, la undécima del Atlético de Madrid fue la gran protagonista.
El objetivo era inmortalizar el momento. Una instantánea para el recuerdo con un fotógrafo de lujo, Joao Felix.
Al astro portugués le faltaban manos para realizar el improvisado trabajo. Y más cuando apremiaba el capitán, Koke Resurrección, que se quería llevar la copa.
Al portugués le dio tiempo para convertirse en modelo junto a sus padres con ayuda de Lemar. El justo para que Koke se adueñase definitivamente del trofeo.
Koke portaba el símbolo y hacía las veces de coche escoba con los rezagados. No había tiempo que perder. El largo trayecto hasta encontrarse con su gente, y el peso del trofeo, propiciaban recuerdos de otras copas maltrechas.
La copa no se rompió. Oblak alivió al capitán por un momento para ayudarle a culminar la fiesta desde la terraza del estadio Wanda Metropolitano.
Entre el júbilo, el uruguayo Luis Suárez confirmó que se queda un año en el proyecto de Simeone, que también sigue y el eterno capitán, va camino de convertirse, si no lo es ya, en leyenda.