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Tania tiene tres años, no habla y apenas camina, pero el 31 de diciembre va a participar en la San Silvestre vallecana como una más. Lo hará con su abuelo, que se encargará de empujar el carrito de su nieta.

Luis cuenta este reto con mucha ilusión. Su nieta padece el síndrome de Gand, un problema genético con solo 100 casos en el mundo. En España hay dos casos, uno de ellos el de Tania.

"Se me ocurrió correr la San Silvestre y dar a conocer esta enfermedad", comenta Luis, quien muestra con orgullo lo que le ha enseñado su nieta: "Me ha demostrado que las personas no tienen límites, nos los ponemos nosotros".

"Me ha demostrado que las personas no tienen límites, nos los ponemos nosotros"

El padre de Tania también se ha apuntado a la carrera, aunque reconoce no estar tan en forma como el abuelo de la niña.