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Antes de modernizar, lo primero era derribar. Para que Madrid pudiera emprender las mejoras urbanas que tenía proyectadas, antes tenía que dejarles hueco, por lo que se hizo necesario tirar abajo algunos de los edificios que configuraban su paisaje urbano. El Paseo del Prado, el de La Castellana o el de Recoletos fueron algunas de las zonas que vivieron este destino.

Gema González, licenciada en Historia y guía, nos descubre el pasado que se esconde en el solar que ocupa el actual edificio del Ministerio de Sanidad. “Aquí se encontraba uno de los palacios más bonitos de todo Madrid”, nos cuenta Gema. Una edificación que recordaba a los palacios nazaríes de la Alhambra de Granada.

El palacio de Xifré, que es como se le conocía, estuvo en el paseo del Prado, en la esquina con la calle de Lope de Vega, frente al Museo del Prado. Este fue uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neomudéjar madrileña, así como uno de los palacios que la élite financiera española de la segunda mitad del siglo XIX hizo construir a lo largo de los paseos del Prado, Recoletos y la Castellana.

El dueño y promotor del palacio fue el financiero José Xifré Downing, que encargó un palacio dentro de la corriente orientalista que había surgido a raíz del romanticismo, corriente que imperaba en la época entre las clases acomodadas.

A su muerte, el palacio pasó por distintos usos, como la de residencia del embajador de México. Ya en los años 40 y 50 del siglo XX decidieron demolerlo y construir en su lugar la Casa Sindical, que posteriormente fue remodelada para acoger en la actualidad al Ministerio de Sanidad.