Estos son los pasos para entrar en la cámara acorazada de Banco de España

En la calle de Alcalá, junto a la fuente de Cibeles, se encuentra el Banco de España. ¿Qué secreto esconde este histórico edificio de Madrid? “Se trata de un secreto tremendo”, nos cuenta la historiadora, guía cultural y youtuber Luna G. Alijarcio. Y no es para menos, porque aquí hay escondido un valiosísimo tesoro.

Hablamos, cómo no, de la cámara acorazada de Banco de España. Durante muchos años el misterio envolvió este lugar, aunque ahora sabemos mucho más de él gracias a “maquetas y a información que ha dado la propia institución”, añade la historiadora.

¡Acompáñanos para descubrir cómo es esta valiosa y muy bien custodiada cámara acorazada!

La cámara acorazada de Banco de España se encuentra a unas siete plantas por debajo del edificio, es decir, uno 36 o 37 metros de profundidad. Mide unos 500 metros cuadrados y se construyó, junto con todo el sistema de protección, en los años 30 del siglo pasado.

“Es muy difícil poder acceder a la cámara”, explica Luna G. Alijarcio. Lo primero que tendríamos que hacer para llegar a ella sería bajar por un ascensor. Hasta aquí suena fácil, pero es que al ascensor solo se puede entrar por una gigantesca puerta de seguridad de 15 toneladas de acero.

Luego, tendríamos que atravesar una numerosa serie de obstáculos “que hacen que la cámara sea inexpugnable”: unas puertas blindadas a prueba de bombas seguido de un foso que hay que pasar por un puente y que nos conduce a una inmensa puerta blindada. Solo superando esta “gymkana” podemos llegar al tesoro del Banco de España.

¿Y de qué tesoro estamos hablando? Pues de las reservas españolas de oro. Se calcula que hay unos 5.000 lingotes de oro y, aproximadamente, 2 millones de monedas, también de oro.

No hay constancia de que alguien haya intentado entrar a robar a la cámara acorazada. En tal caso, las puertas se cerrarían automáticamente, los pasillos se sellarían y, por si todo esto fuera poco, un sistema hidráulico conecta la cámara con la fuente de Cibeles y haría que todo se inundara de agua.