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Los romanos estaban obsesionados con el agua y sus termas eran los grandes centros de reunión de la época. Además de ser un lugar de baño, con su parte higiénica y deportiva, eran sitios de ocio en los que reunirse, cotillear y hacer negocios. Este era el entorno perfecto para charlar y pasar el tiempo mientras se fomentaban las relaciones sociales.

Aunque no está muy claro, parece que había horarios diferentes para hombres y mujeres. Lo que sí que es indiscutible es que este era un lugar en el que "vendían chuches, algo de comer, un esclavo que te masajeaba, un atleta preparador personal...", nos cuenta Sebastián Rascón, Jefe del Servicio de Arqueología de Alcalá de Henares.

Las termas contaban con distintos ambientes, dependiendo de la temperatura del agua: el frigidariun (baños de agua fría), el tepidarium (de agua templada) y el caldarium (de agua caliente). Desde el praefurnium, un gran horno, se calentaba toda esta agua para que funcionara correctamente.

Termas de la ciudad romana de Complutum | Redacción
Reconstrucción de las termas de la ciudad romana de Complutum | Redacción

Que no te engañe el aspecto actual de las termas de la ciudad romana de Complutum, en Alcalá de Henares, porque en aquellos años se alzaban como un imponente edificio muy apreciado por sus habitantes. Y es que bajo el suelo de esta localidad hay una laguna subterránea de unas características magníficas. Gracias a esto, Complutum se conocía como "la ciudad de las ninfas", debido a su gran vinculación con el agua.