Diez Momentos: Paz Padilla

Después del éxito de la primera temporada de Diez Momentos, por el que llegó a recibir el Premio Iris al Mejor Programa Autonómico 2022, Anne Igartiburu regresa con nueve nuevos y conocidos invitados. Entre ellos está la actriz y presentadora de televisión Paz Padilla, quien ha sido su invitada de estreno para repasar gran parte de su trayectoria profesional y personal.

Proveniente de una familia de tramoyistas y limpiadoras de Cádiz, Paz ha logrado ser una de las grandes figuras de la comedia española. Comenzó como su madre, de limpiadora en un hospital, pero logró dar el gran salto a la televisión con el programa Genio y Figura (1994), de Antena 3.

En esta entrevista, se da a conocer a la Paz menos mediática, cómica y televisiva. Sin polémicas y al natural.

10. Paz, cómica

Nada más entrar en el plató, Paz es rodeada con una iluminación y estética íntima que va a juego con su espectacular vestido rojo. Es recibida con las imágenes proyectadas en grandes pantallas del programa Cómo nos reímos (2015) cuando ya actuaba como comediante.

“He estado en sitios cutres, sin baños, encima de cajas de cerveza”.

“No me soporto verme. Qué fea, qué pedazo nariz; pero era tan bonita esa época”, comenta la protagonista con tono sarcástico, porque recuerda con una amplia sonrisa el cambio que dio su vida cuando pasó de contar chistes con compañeros de trabajo a estar delante de millones de personas, e incluso compartir anécdotas con estrellas tan destacadas como Chiquito.

Anne tiene que preguntarle: “¿Volverías a actuar?”. A lo que responde dubitativa: “He estado en sitios cutres, sin baños, encima de cajas de cerveza”, cuenta Paz, recordando cómo le tocó incluso cambiarse sin privacidad porque solo disponía de una tela como camerino: “Había gente en los balcones gritando mi nombre”.

A esos comienzos difíciles se le sumó el machismo en el mundo de la comedia: “No lo he tenido fácil, era un mundo de hombres. Animo a que las mujeres se enfrenten a la sociedad, ser cómico para una mujer es trasgresor”, asiente la actriz. “Me han dicho cosas como: ‘No te da vergüenza, qué opina tu padre de esto’.”

9. La primera placa

El título de este momento hace referencia a un objeto muy concreto en su vida. Su primer premio a los 12 años cuando actuaba como la famosa Abeja Maya. Un gancho que Anne aprovecha para preguntar por la infancia de Paz. Ella comenta, con muchos detalles y casi conteniendo un llanto, cómo había días en los que su madre no tenía para darles de comer, a ella y a sus seis hermanos.

“Había días que no tenía para darnos de comer. Me mandaba a la panadería a preguntar por pan duro. Las mojaba, cortaba y comíamos pan tostado con manteca”. Pero asegura que “lo más importante no era como vistes, sino el amor y las ganas de vivir” que les inculcaron.

8. El primer amor

En una foto se ve cómo Paz, con 14 años, viste de “boy scout” con otro chico a su lado. Es Antonio, su futuro y más reciente marido: “Todos los días pienso en él”. “Entonces no me soportaba”, asegura, cuando ella trataba de acercarse a él. “Yo soy una tía muy vitalista y le contagié, pero él era un poco soso, demasiado formal. Lo que tardé para que me diera un beso... Pero desde ese día volvía a casa con dolor de cara”, describe Paz entre risas.

Paz reconoce que durante esta temporada, para ganárselo, le hizo un “lavado de coco”: “qué alto eres… Qué guapo eres... Empezó a salir conmigo sin que yo le gustara, pero yo gano en las distancias cortas”, afirma orgullosa a Anne. Estuvieron juntos hasta los 26, cuando se empezaron a distanciar cuando dio su salto profesional: “Hubiera seguido con él, pero no quería que me dedicara a esto”.

7. Genio y figura

El momento corresponde al nombre del programa donde se estrena como humorista en la televisión. “¿Cómo llegas ahí?”, le pregunta Anne: “Por casualidad, acompañé a mi cuñado a hacer un casting de chistes escenificados. “Debo 10.000 euros y no tengo dinero”. Me llamaron a la semana”, cuenta todavía incrédula sus comienzos.

Entonces nuestra invitada era auxiliar de clínica. Tomás Summer, quien creó incontables formatos para la televisión y lanzó al estrellato importantísimas figuras del humor y comunicación como Chiquito de la Calzada, vio lo que ella tenía, “poca vergüenza y frescura”.

Anne aprovecha a invitar a uno de sus más íntimos amigos para hablar de Paz, Javier Sardá: “Es una personas de las más serias que conozco, una de las comicas más impresionantes de este país”. Ella responde cómo Sardá es un ser especial: “Me ha ayudado en lo personal y profesional. Nunca olvidaré a nadie que me haya ayudado en este camino. Sobre todo cómo hizo resaltar su figura artística: “Quiero que hagas humor, pero no cuentes chistes. Tú eres actriz”. Es cuando Sardá le dio su gran oportunidad en el programa Crónicas marcianas.

“Todas mis decisiones las he consultado con él”, reconoce Paz, rememorando cómo en su programa tuvo una de las más icónicas anécdotas televisivas con Ricky Martín.

6. El gran Chiquito

La artista se emociona acongojada con las imágenes de quien consideraba algo más que un mentor: “No tuvo hijos y creo que vio en mi eso”. Recuerda con amargura cuando intentaban desprestigiarlo al fallecer: “No podía permitir que le hicieran daño, que su imagen quedara manchada”.

“Su misión era hacer reir, que la gente fuera feliz”.

Cuando le conoció, no se consideraba humorista: “Yo solo contaba chistes”. Después de fallecer, conoció cómo “sufría” por ella y su carrera profesional. Anne recuerda su relación con imágenes de cuando trabajaban juntos en Paz en la Tierra (2002), con la dificultad de seguir un guión al lado de Chiquito, un gran improvisador: “Los otros actores se quedaban con ‘no me ha dado el pie’”.

5. De cómica a Actriz

El programa recupera los mejores momentos de la actriz en Ala… Dina (2000), donde comenzaba a hacer juego de nuevas tecnologías y a moverse más a cámara. Una serie muy pionera con efectos especiales dirigida por Paco Arango, quien estuvo barajando una segunda entrega según Paz.

“Actriz con mayúsculas”, describe su interpretación Anne. “Yo pensé que el artista era dejar de estudiar y follar todo el tiempo, y nunca he follado menos. Venga guiones. Aprendiendo hasta la tabla periódica”, se queja, pero con una sonrisa bien marcada.

4. Anna

Con una foto de su hija, Anne pregunta a Paz por cómo ha vivido su maternidad, desde el mismo embarazo. “Fue horroroso, todo el día llorando. Pasé mucho miedo y angustia”, pero reconoce que “cambió la vida”: “Cuando cumplió 18 me di cuenta de que “solo he vivido para ella. Ahora he entendido que tengo que ser yo”, afirma.

El parto también fue acelerado: “Estaba en Madrid, lejos de mi madre. Ella, que había parido 7 veces me dijo que lo que tenía eran dolores de gases”. Paz le creyó, y en medio de su ‘Fiesta de la dilatación’, donde todos actuaban empujando, se tuvo que ir corriendo para el hospital.

La situación en el hospital sí que fue de película: “la niña con la cabeza medio fuera, el ginecólogo gangoso que no se le entendía, tenía 20 de dioptrías y se me movieron las lentillas. ‘No la veo, ¿ha salido a mí?’”, fue lo primero que preguntó. Hoy Paz bromea diciendo que se “la cambiaron”, viendo fotos de su hija.

La llamo Sargento: es correcta, perfecta y hasta me ordena. Ha sido muy madura y reflexiva, cuando me divorcio le digo: “Gorda, estamos tú y yo solitas, ahora tienes que ser más mayor, si hago la cena, obligamos a nuestros hijos a crecer”, tenía miedo que fuera la niña de un artista, pero era de sobresaliente, no le consentía que me trajera un 6 o 7. “Quería que fuera independiente emocionalmente, ahora vive sola y tiene 3 empresas”.

“Sucede lo de mi madre en paralelo. No tenía capacidad para tanto dolor, me sentí tan mal que el duelo de Antonio solapó el de mi madre y no sabía por qué lloraba. A lo mejor no lloraba por mi madre sino por él. Pienso que tengo que salir adelante, la vida es muy bonita, no me voy a enterrar ni con mi madre ni con Antonio”.

Cómo superó Paz Padilla el duelo de su marido y su madre: “No tenía capacidad para tanto dolor”

3. La boda

En un vídeo se muestra a Paz y su marido bailando frente a las cámaras y los invitados alrededor. Muy emocionada, se seca una lágrima. Suena la canción ‘Te quiero my love’, una obra que se la cantó, según cuenta, hasta el último día: “Cuando ibamos a pasear, cuando entró en la iglesia y ahora la canto en el teatro. Durante dos semanas Paz cuenta que solo pensaba en la boda y se ponía a llorar: “Todos los que fueron nos dijeron que fue la boda y el entierro más bonito que han ido. Disfrutar del entierro era mi último viaje con él”.

Anne destaca el reencuentro de esta pareja después de varios años. “Dios me lo devuelve arreglado, valorando mi profesión, respetándome. Nunca le gustó la fama ni la popularidad, pero sufrió también por la mía, le utilizaron para hacerme daño a mí. Era el precio que tenía que pagar”.

Paz reconoce que lo intentó proteger y mantener al margen, y aunque él lo minimizara, sabía que por dentro estaba destrozado: “No quería que utilizaran nuestro dolor, era consciente de que le protegía”. De lo que se arrepiente, confiesa, es no haberse apartado profesionalmente antes: “Me hubiera ido de muchos sitios antes, pero por cobardía…”, se sincera, sentenciando con un “cuando no te vas, el universo te echa”, refiriéndose a su salida de Mediaset.

2. Doña Lola en la Falla

“Otro pilar importante para mí: el teatro, Cádiz y el Falla”, comenta Paz al ver una foto de su madre emocionada al ver su obra: “Es un homenaje a Antonio, al amor y superación”. Anne le sugiere dejar odrías dejar dos sillas vacías con un ramo de flores”. Anne le prepara imágenes de su madre de todas las épocas, pero en esencia, con filtros, pelucas y haciendo todo tipo de bromas.

1. Más allá de la muerte

Anne Igartiburu prepara una sorpresa a la actriz junto al grupo Materia Prima para cantarle ‘Volver a tí’. Paz y Anne terminan secándose las lágrimas con la banda sonora del libro de Antonio, una canción que cuenta desde que eran adolescentes. “Cantaron en mi boda, y ahora forma parte de mi vida”.

Para cerrar la entrevista, Anne le pregunta por su futuro. “Tengo muchos proyectos y mucho que aportar. Lo que me alimenta es el amor”. Recuerda todo lo que le ha dado escribir su libro, “No me considero escritora. Soy feliz porque era un regalo a mi Antonio. No se si me darán más regalos. No es de coach, no soy psicóloga, solo muestro el camino por el que he andado”.