Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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El otoño es una época clave para la reproducción de las cabras, y por ello, en Disfruta el Otoño nos trasladamos a Robledo de Chavela para realizar 200 ecografías junto a Paloma, veterinaria de una asociación dedicada a la conservación de la cabra guadarrameña. Esta especie, autóctona del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se encuentra en peligro de extinción.

Aunque la cabra guadarrameña es de doble propósito —produciendo tanto leche como carne—, está siendo desplazada por razas como la malagueña o la murciana, que tienen una producción más elevada. Además, su manutención resulta más costosa debido a su rusticidad, ya que su alimentación requiere recursos como plantas medicinales, bellotas y brotes naturales.

La labor de Paloma es esencial para garantizar la supervivencia de esta raza, que en esta temporada ha alcanzado un índice del 80% de cubrición. “Estas cabras se cubrieron en agosto. Primero trabajamos con un lote de 40 cabras, que inseminamos artificialmente, y luego se completó la cubrición con machos en monta natural”, explica.

La cabra guadarrameña: ahora reconocida como raza autóctona

La Asociación de Criadores de Ganado Caprino de Raza Guadarrama obtuvo, en el año 2016, la autorización del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para usar el logotipo ‘Raza Autóctona’. Esta distinción, otorgada por la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios, es un paso clave en el reconocimiento y promoción de esta raza única.