Negocios que han revivido el barrio del Rastro, expulsados para convertirlos en pisos turísticos

Los comerciantes aseguran que ellos han cambiado el barrio para mejor y ahora los caseros recogen los frutos expulsándolos de sus locales para convertirlos en pisos turísticos.

La sensación de desprotección de vecinos y comerciantes ha llegado a tal punto que han abierto una oficina de asesoramiento para denunciar estos pisos turísticos.

Teresa ha nacido en este barrio, lleva 72 años viviendo en su frutería y está viendo como el comercio local se muere. Ella es de las pocas que aguantan, "la única en el barrio porque están acabando con el barrio. Esto es un aeropuerto ya nos han ofrecido comprarnos el local y decimos que no, porque queremos que el barrio siga siendo barrio".

Una tienda de cerámica artesanal ya está con la persiana echada porque los propietarios del local lo van a convertir en pisos turísticos "estos eran pisos donde vivían vecinos y vecinas", se lamenta uno de los comerciantes.