No debemos olvidar que las abejas no solo son cruciales para la salud del planeta sino también para la supervivencia de la humanidad.
Cuando llega la primavera las abejas están muy ocupadas realizando una serie de actividades muy importantes para la supervivencia para el crecimiento de la colmena: la polinización de las plantas, la producción de alimentos y de la rica miel
Están muy bien organizadas de hecho crean la colonia perfecta y durante todo este proceso una buena parte de la colonia - incluida la reina- abandonan la colmena en busca de un nuevo hogar. Las abejas restantes se quedan dentro a criar a la nueva reina.
La reina pone huevos a un ritmo acelerado para poder aumentar la población de la colmena, las abejas obreras se encargan de cuidar y de alimentar a las larvas en su crecimiento asegurándose de que reciban la suficiente alimento y protección, el resto trabaja arduamente para construir y para mantener la colmena.
Las recolectoras buscan fuera el polen y el néctar con el que alimentar la colmena. La primavera es la mejor época del año por la floración de las plantas.
Además al transportar polen de una flor a otra ayudan a fertilizar las plantas y a promover la producción de frutas de verduras y de semillas.
Con todo el néctar, recolectado las abejas obreras trabajan en la colmena para convertirlo en miel. Así es como las abejas son una parte invaluable de nuestro ecosistema y de la agricultura.