¿Qué es una hipoteca inversa?
Implica firmar un contrato cuya finalización se establece en el momento del fallecimiento de quien lo suscribe
Con la inflación hemos pedido perdido poder adquisitivo y a lo mejor necesitamos un extra para poder cubrir los gastos de todo un mes. Una de las soluciones financieras que se nos presenta es la hipoteca inversa.
No gusta mucho en la calle, pero a la vez se presenta como una solución para aquellos jubilados con pensiones bajas, pero casa en propiedad.
Es un producto financiero que permite conseguir dinero por la casa sin tener que venderla y pudiendo vivir en ella al mismo tiempo. Esta opción implica firmar un contrato cuya finalización se establece en el momento del fallecimiento de quien lo suscribe.
Pero también tiene su letra pequeña, los herederos tendrían que cerrar la deuda con el banco o vender la casa; sino el banco ejecutaría el aval, es decir se quedaría con al casa. "Por una parte la renta que va a rondar el 30% del valor de la vivienda va a ascender con intereses a entre el 60 y el 100%" destaca Daniel Machuca portavoz de la Asociación Usuarios Financieros (ASUFIN).
Añade Daniel Machuca que cuando los herederos lo reciban con deuda "probablemente, tengan que pedir otro préstamo hipotecario, pero ojo con sus propios intereses con lo cual vamos a pagar intereses de esa vivienda tres veces".
Cualquier mayor de 65 años, con una casa que supere los 150.000 euros, puede optar a una hipoteca inversa. Como nos explica el portavoz de ASUFIN, se trata de un nicho de negocio muy interesante para las entidades financieras, "hay muchos jubilados, muchos de ellos no tienen una pensión con la que les llegue para vivir y muchos con una vivienda ya pagada".
Otras alternativas a la hipoteca inversa
Hay otros productos financieros que pueden servir de alternativa a esta hipoteca inversa: son el alquiler inverso y la nuda propiedad.
En el caso del alquiler inverso Daniel Machuca destaca que "recibe un importe elevado el jubilado cuando vende la vivienda y luego paga una renta poco a poco". La señala como una buena opción en el que el único problema "sería un problema bueno" ya que la vida se le alargue y "tenga que pagar demasiadas rentas".
En el caso de la nuda propiedad lo habitual es que el propietario de la vivienda venda la nuda propiedad y se reserve el derecho de usufructo. Generalmente se trata de personas mayores que no tienen herederos y necesitan liquidez para hacer frente a sus gastos.
Machuca destaca entre las ventajas de esta opción que "nos van a dar un valor que se va a acercar más al valor real de la vivienda, vamos a poder disfrutar el resto de nuestros días esa vivienda".
En el caso de los herederos, seguirán sin poder conservar la vivienda, pero señala que "si queda algo de remanente en la liquidez", sí podrán hacer uso de él. ¿La principal ventaja para ellos? "Lo que seguro que no van a heredar, es una carga hipotecaria"
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