Un viaje a través de la evolución del telescopio: la herramienta que cambió nuestra comprensión del universo
El objeto celeste más lejano que se puede ver sin ninguna ayuda es la galaxia de Andrómeda
Jota Abril, con ayuda de la realidad virtual, nos guía de una forma diferente por la evolución de la astronomía desde la actualidad hasta hoy a través de uno de sus elementos fundamentales: el telescopio.
Al principio no había telescopios y solo conocíamos los astros que podemos percibir a simple vista. Eso no significa que estén cerca: el objeto celeste más lejano que se puede ver sin ninguna ayuda es la galaxia de Andrómeda. Está a 2 millones y medio de años luz.
Para alcanzar nebulosas o galaxias nuevas u observar los planetas y estrellas ya conocidos con más detalle era necesario contar con una herramienta única: el telescopio. Astrónomos como Galileo utilizaron catalejos modificados para observar con bastante nitidez las fases de la luna y todos los planetas de nuestro sistema solar. En pocos siglos, estos aparatos más primitivos evolucionaron hasta convertirse en los que conocemos hoy en día.
Gracias a ellos y a los radiotelescopios de los grandes observatorios astronómicos de todo el mundo, los científicos fueron capaces de descubrir galaxias remotas y fenómenos hasta entonces desconocidos. Por ejemplo, las supernovas y los agujeros negros.
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