Unas rosquillas de San Isidro muy especiales: de madroño
Rosquillas tontas, listas, centenarias ¡y originales!
Gallinejas, callos, bocadillos de calamares o los entresijos… Son algunos de los platos más castizos. Pero cuando llega el 15 de mayo en Madrid hay unas protagonistas indiscutibles y muy dulces: las rosquillas de San Isidro.
La Pradera se abarrota de puestos que venden estas especialidades. Mientras, las cafeterías, restaurantes y pastelerías las incorporan a sus ofertas. Entre ellos, El Riojano, un sitio con mucha solera y mucha historia creando estos dulces. El icónico local abrió sus puertas en los años 50 del pasado siglo gracias a Dámaso Maza, pastelero de la reina María Cristina de Borbón.
Desde entonces han endulzado los paladares de los madrileños por San Isidro. Y es que sus rosquillas son más castizas que el chotis: a las tontas, las listas y las de Santa Clara, ellos suman las de madroño.
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