Un mar violeta en Pezuela de las Torres
En la Alcarria madrileña encontramos 40 hectáreas de lavandín
Aunque por apariencia y olfato puede parecer lavanda, en Pezuela de las Torres encontramos este gran campo de lavandín. Esta planta es un híbrido entre lavanda y espliego.
Una de las principales diferencias con la lavanda se encuentra en la espiga. El lavandín cuenta con muchas en su planta, mientras que la lavanda contiene una única flor.
El lavandín es cosechado entre finales de junio y primeros de agosto, para después pasar por un proceso de destilación. La recolección se produce cuando ha florecido. Además, como ventaja esta planta no requiere agua, por lo que no se riega.
De esta flor podemos obtener aceite esencial así como agua floral, ambos empleados en cosméticos, entre otros. Otro de los productos que se realizan gracias al lavandín es la miel.
A pesar de que las abejas no polinizan la planta, sí que generan miel con denominación de origen de la Alcarria.
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