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Los canteros municipales de Madrid han ido dejando su huella durante años en diferentes rincones de la capital. Numerosas marcas secretas esperan sorprender a los madrileños.

Desde la Edad Media los canteros tallaban en los sillares marcas que servían para identificar su trabajo. Ahora, estas marcas pueden encontrarse en diferentes sitios de la ciudad haciendo diversos guiños a sus paseantes.

La cantería, un oficio que se está perdiendo

Recorremos con Paloma García Romero, Delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, estos rincones que requieren que paseemos por las calles de Madrid con la mirada un poco más atenta porque “no quieren ser protagonistas del paisaje, pero sí que quieren ser parte de nuestra historia”.

Pueden ser muy fáciles de interpretar, como el sol de la Plaza con el mismo nombre. O jugar con la simbología de la ciudad como es el caso de los gatos como el que podemos encontrar frente al Instituto Cervantes.

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“Muchos de los símbolos que están ocultos en nuestro espacio público en nuestro mobiliario son gatos con una referencia al propio madrileño y el libro está claro del arte del instituto”, explica Paloma.

Mucho más conocidas son las flechas de Diana Cazadora en el suelo de Gran Vía y que nos invitan a alzar la vista hacia la diosa situada con su arco en los tejados, enmarcada con el cielo madrileño.

En definitiva, se trata que el madrileño descubra dónde están estas señales y al mismo tiempo tenga la curiosidad de seguir buscando para seguir descubriendo lo que ocultan estas marcas dejadas por los canteros y arquitectos.