Vídeo: Telemadrid | Foto:Telemadrid
(Actualizado

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado una querella contra las empresas alemanas Alamedics GmbH & Co.KG, BSI Group Deutschland y W.M. Bloss S.A., con sede en Barcelona, por la fabricación y distribución del medicamento Ala Octa (Perfluoroctano), que podría haber provocado ceguera en algunas personas.

El Ministerio Público entiende que los hechos pueden constituir delitos contra la salud pública y de lesiones graves. Ala Octa, se fabrica a base de perfluoroctano (C8F18) que se utilizaba como coadyuvante intraoperatorio en cirugías oftálmicas, en casos de desprendimiento de retina, entre otros.

Riesgos de una sobredosis de vitamina D

Según la querella, este producto produjo “efectos adversos para la salud como amaurosis (situación de no percepción de luz en el ojo operado), atrofia del nervio óptico (atrofia óptica), necrosis retiniana y fenómenos de oclusión vascular retiniana con posible envainamiento de la pared de los vasos sanguíneos de la retina, tanto arteriales como venosos”.

La investigación detectó deficiencias en la fabricación así como insuficientes controles de seguridad de la materia prima y de los lotes puestos a la venta. En total, Ala Octa se usó en 28 centros sanitarios españoles.

Descubren el primer contagio accidental del alzhéimer

La querella se presenta después de un proceso de investigación preprocesal a raíz de la denuncia de El Defensor del Paciente. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ordenó retirar del mercado el producto, cuyos ensayos confirmaron su carácter tóxico.

En 'Disfruta Madrid' hemos podido hablar con una de esas personas afectadas, Conchi Villanueva: "de visión por el ojo izquierdo no veo absolutamente nada, me he quedado ciega, por el otro veo".

La actividad física diaria reduce hasta un 30% el riesgo de padecer cáncer

"Sales de la operación y no ves, lo único que veía era una pequeña luz que se fue apagando hasta que se apagó" recuerda y añade "Enseguida que se dio la noticia, la farmacéutica dio en quiebra y no quería saber nada".

Conchi Villanueva fue la primera en obtener, en 2018, una sentencia favorable a que el Servicio Cántabro de Salud compensara su fatalidad "lo hice porque a ver, me parecía mal que entres a un hospital a operarte que se supone que tiene que estar todo controlado y que no estaba controlado". Y añade "a raíz de ganar yo el juicio y ser preferente van a poder cobrar todos, hasta entonces no cobraba nadie."