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Natalia y Aquilina son mujeres muy distintas, con edades muy diferentes y experiencias de vida muy diversas. Aún así tienen un elemento que las une. Ambas son mujeres rurales: Natalia en la huerta y Aquilina en la ganadería.

Primero viajamos hasta Torremocha del Jarama para conocer a Natalia. Hace casi 8 años, cuando ella tenía 25, vio una nueva oportunidad en el mundo rural. Cambió la vida de ciudad por la del campo y no se arrepiente.

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Aunque admite que no es fácil emprender, destaca que no solo esta nueva vida le da la oportunidad de trabajar al aire libre, también le permite una cercanía con sus convecinos que no era posible en la ciudad.

En Robledillo de la Jara nos espera Aquilina. Ella ha dedicado toda su vida al campo, a sus animales. "Entonces todos tenían que trabajar", afirma. Así que ella comenzó a cuidar de sus animales desde los 8 años.

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Una vida, según dice, sin días libres que hay que afrontar en compañía y con muchas ganas de trabajar. Aunque enseguida añade que "Yo estoy mejor en el campo que en la casa".

Dos mujeres y dos historias que descubrimos hoy en "Disfruta Madrid".