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Las carreteras se han convertido en escenario para todo tipo de estafas. La última de ellas es el timo del oro, ha sido identificada en Francia y la alerta ha llegado a través de las redes sociales.

¿En qué consiste esta nueva estafa? Para llevar a cabo este engaño, una familia parada en la autovía espera al primer alma caritativa que se cruce en su camino para alegar que se han quedado sin combustible y que no poseen suficiente efectivo para remediar la situación.

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Ofrecen joyas de supuesto oro, aunque clamen salir perdiendo, a cambio de dinero para poder comprar gasolina. Evidentemente, las joyas en cuestión no tienen valor, pero la víctima sólo será consciente de ello cuando lo compruebe un profesional.

No es este el único engaño del que deben estar advertido los conductores. Otro método para robarte el coche ha sido bautizado como el timo de la grúa.

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Al aumentar el tráfico de vehículos, irremediablemente aumentan también las averías y, en consecuencias, las llamadas a los servicios de asistencia.

Este es, precisamente, la ocasión perfecta para los gruistas piratas, conductores que llevan camiones muy parecidos a los de las compañías de seguros.

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Una vez que identifican a una potencial víctima, la falsa grúa acude a atenderla y pide el pago de dinero por los servicios prestados. O, directamente, robar el vehículo.

En el caso del timo del mecánico, los delincuentes generalmente escogen como víctima a una persona de avanzada edad.

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Intentan convencer a sus víctimas de que su vehículo está averiado. Una vez que el conductor cae en la trampa y acepta una posible reparación es cuando comienza el timo.

Tras la innecesaria y por tanto inexistente “reparación” el supuesto mecánico informa a la víctima de la liquidación de una factura de entre 900 a 1.300 euros.