La guerra abierta entre Arantxa Sánchez Vicario y sus padres quizá esté tocando a su fin ya que la tenista y sus progenitores podrían haber llegado a un acuerdo económico por el cual Arantxa recibiría cinco millones de euros con los que pagaría su deuda con Hacienda (3,5 millones de euros). Lo más doloroso para los padres de la deportista sería tener que desprenserse del piso de Barcelona en el que viven y que también formaría parte del acuerdo.