El agaricus campester o champiñón de pradera puede tomar colores amarillentos o rojizos al cortar, pero en ningún caso un amarillo vivo. Además, no debe presentar olor a yodo o tinta, sino más bien anisado y agradable. Es uno de los mejores comestibles que nos ofrece la naturaleza y está especialmente rico en crudo. Crece en praderas y zonas con ganado, ya que crecen bien en terrenos nitrogenados.