Discreta y en segundo plano, así ha sido la reaparición de Carmen Martínez Bordiú, en el día de la exhumación de los restos mortales de su abuelo, el dictador Francisco Franco. Junto a ella, hemos podido ver a sus hermanos Merry y Cristóbal Martínez Bordiú, todos ellos vestidos de riguroso luto; y a Francis Franco, quien no se ha separado ni un solo segundo de su abogado.
La recientemente nombrada duquesa de Franco ha entrado la última en la basílica del Valle de los Caídos. A la salida, ha acompañado al ataúd, pero, de nuevo, ha caminado por detrás de sus familiares. No había vuelto a este lugar desde hacía 44 años, cuando asistió al funeral de su abuelo.
A pesar de que llevaba algo más de tres meses sin aparecer ante los medios de comunicación, la nieta del dictador no ha querido llamar la atención en ningún momento. Desde que se le otorgó el título de Duquesa de Franco, Carmen Martínez Bordiú no había vuelto a pisar España. El pasado julio se marchó a Portugal junto a su actual pareja, Tim McKeague, y decidió alejarse de la prensa.