Se vienen tiempos oscuros para la Familia Real Británica. El periódico Daily Mail ha sacado a la luz una imagen que no se esperaba del príncipe Andrés de Inglaterra.
Corresponden al mes de diciembre de 2010. El hijo de Isabel II se despide de una joven. Pero se despide de ella en una casa que ha sido rodeada últimamente por la polémica: el domicilio de Jeffrey Epstein, ¿sabes quién es este hombre?
Amigo íntimo del duque de York, fue imputado recientemente por tráfico sexual de menores, aunque la policía norteamericana llevaba detrás de su pista durante muchos años. En esa puerta, supuestamente, se abusó de muchas jóvenes.
Si se observa detenidamente las imágenes, puede comprobarse que el príncipe se asoma tímidamente a la calle. ¿Temerá ser visto por alguien en esa mansión en la que todo lo que ocurre es tremendamente turbio?
La revelación de estas imágenes ha puesto en el punto de mira al príncipe Andrés. Y, por lo visto, no es la única. Una fotografía en donde el duque de York agarra cariñosamente a Virginia Roberts, una chica que por entonces solo tenía 17 años. Esta joven, reconoció en el juicio por el caso Epstein, haber mantenido relaciones sexuales con el hijo de Isabel II al menos en tres ocasiones.
Pero la Casa Real Británica ha sido tajante. Mediante un comunicado, desprecian los actos cometidos por Jeffrey Epstein, así como la explotación de cualquier ser humano y afirman que insinuar que el príncipe Andrés haya participado en tales actos, es aborrecible. Negando así, las acusaciones de Virginia Roberts.
La cabeza pensante de esta trama de abusos sexuales, Jeffrey Epstein, y amigo íntimo de Andrés de Inglaterra, ha aparecido muerto en su celda mientras estaba a la espera de juicio.
Antes semejante situación, el príncipe ha decidido poner pies en polvorosa y salir corriendo hacia Cádiz, con nada más y nada menos que… ¡su ex, Sarah Ferguson! ¿Qué hace de nuevo la ex pareja juntos y de vacaciones? ¿Van a retomar la relación? ¿Se ha convertido Sarah en su mejor apoyo?
Si algo es seguro es que la reina confía plenamente en la inocencia del que dicen es su ojito derecho.