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Al igual que todos los rostros conocidos, Isabel II no se salva de que sus manías sean descubiertas por la prensa. En esta ocasión, ha trascendido que la Monarca tiene una preferencia un tanto peculiar a la hora de tomarse sus gin tonics. Pero no, no tiene nada que ver con la bebida sino con los pequeños elementos con los que la enfría.

Sí, madroñeros. Estamos hablando del hielo. Al parecer, la Reina de Inglaterra no soporta que en su copa haya hielos cuadrados. La molesta. La indigna. Tanto es así, que en el Palacio de Buckingham se habría instalado una máquina para complacerla y que estos cubitos tuvieran formas redondeadas.