Después de una década entretenido desmontando su propio mito, con documentales en los que ha mostrado a dónde le llevaron la soberbia y las drogas, Van Damme vuelve por sus fueros en busca de esa segunda oportunidad a la que todos los exquisitos cadáveres vivientes del cine aspiran.
En “The bouncer” es portero de discoteca con un pasado al que no le falta detalle y una hija de ocho años que es la niña de sus ojos. Algún desinformado pretenderá ponerla en peligro.